jueves, 13 de marzo de 2014

Ser discípulos

     
     Servir a Cristo en medio del mundo, es una tarea que todo cristiano debe ejercer, no es nada extraordinario, es solamente vivir lo que nos toca con amor, trabajar, con amor, servir a los demás con amor.

     Pues desde el momento del Bautismo, somos llamados a la gran misión de de la Iglesia; hacer discípulos a todas las naciones. 

     Vivir como discípulo de Cristo en medio del mundo, implica una entrega total a las manos de Dios, dejarnos guiar por Él, para que así ejecutemos a cabalidad la tarea de misionar. 

     Todo esto me viene a la mente, pues hay muchas personas, que viven de una manera en la que dejan a Dios por un lado, queriendo según ellos llevar una vida 'norma' pero no se dan cuenta que en realidad es una vida anormal, que se opone totalmente a la naturaleza humana. 

     Pues está en nuestra naturaleza ser de Dios, buscar el bien, obrar rectamente, y todo aquel que quiera opacar esto por lógica esta contra la naturaleza humana. 

     Ser luz en medio del mundo, un discípulo de Cristo no puede crear escándalo, no puede oponerse a la verdad y al bien, pues seria incoherente. 

     Vivir de una manera en la que Cristo sea nuestro modelo, nuestro guía, y nuestra meta. 

     Si te das cuenta de que sin Él, tu vida es vacía y vaga, empezaras a descubrir que bien se vive siendo de Cristo, ser alegres, ser dinámicos, ser auténticos humanos, pues en Él esta la perfección. 

     Procura pues empezar a descubrir lo maravillosos que es ser discípulo de Cristo, así empezaras pronto a gozar de su felicidad.  

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