lunes, 14 de septiembre de 2015

Nuestra Señora de los Dolores

    La liturgia nos presenta el día 15 de septiembre la memoria de nuestra Señora de los dolores.

     La Madre de dolores, al pie de la Cruz de Jesucristo, llora por el dolor de una espada que atraviesa su corazón (cf. Lc 2, 35), llora por la crueldad con que fue matado el hijo de sus entrañas, llora pero se fortalece por la esperanza de la resurrección.  no acaba todo en esa Cruz, al contrario todo empieza ahí, y la Madre piadosa lo sabe. 

     Su dolor se une a la pasión dolorosisima de su Hijo amado, su dolor contribuye a la redención que Jesucristo obra a la humanidad, su dolor nos ayuda a comprender que ella es verdadera madre del Redentor. 

    Contemplar a Maria doliente debe ser para nosotros motivo de recogimiento, nos debe mover a una conversión, una conversión sincera, autentica, contemplar los dolores de Nuestra Señora nos debe llevar a reflexionar: ¿cómo estoy correspondiendo a tanto amor? un amor que llego hasta el extremo de dar la vida, un amor tan extremo que llego a desconsolar a la mas Pura de todas la creaturas, un amor tan extremo que llego a hasta los limites de lo natural y sobrepaso hasta lo sobrenatural. 

    Maria madre de dolores, Maria la esclava fiel del Señor; ayúdanos a valorar el amor de Jesucristo, ayúdanos a corresponderle a ese amor, con amor, que cuando contemplemos tus dolores podamos encontrar la conversión en nuestras vidas. 




Estaba la Madre dolorosa
junto a la Cruz llorando,
mientras su Hijo pendía.
Su alma llorosa,
triste y dolorida,
traspasada por una espada.

¡Oh cuán triste y afligida
estuvo aquella bendita
Madre del Unigénito!
Estaba triste y dolorosa,
como madre piadosa,
al ver las penas de su Divino Hijo.

¿Qué hombre no lloraría,
si viese a la Madre de Cristo
en tan atroz suplicio?
¿Quién no se contristaría,
al contemplar a la Madre de Cristo
dolerse con su Hijo?
Por los pecados de su pueblo,
vio a Jesús en los tormentos,
y sometido a los azotes.

Vio a su dulce Hijo
morir abandonado,
cuando entregó su espíritu.
¡Oh, Madre, fuente de amor!
Haz que sienta tu dolor
para que contigo llore.

Haz que arda mi corazón
en amor de Cristo mi Dios,
para que así le agrade.

¡Oh santa Madre! Haz esto:
graba las llagas del Crucificado
en mi corazón hondamente.

De tu Hijo lleno de heridas,
que se dignó padecer tanto por mi,
reparte conmigo las penas.

Haz que yo contigo piadosamente llore,
y que me con duela del Crucificado,
mientras yo viva.

Haz que esté contigo
junto a la Cruz;
pues deseo asociarme en el llanto.

¡Oh Virgen la más ilustre de todas las vírgenes!
no seas ya dura para mí;
haz que contigo llore.

Haz que lleve la muerte de Cristo;
hazme socio de su Pasión
y que venere sus llagas.

Haz que, herido con sus heridas,
sea yo embriagado con la Cruz
y con la Sangre de tu Hijo.

Para que no me queme y arda en las llamas,
por ti, oh Virgen, sea defendido
en el día del juicio.

¡Oh Cristo! Cuando hubiere de salir de aquí,
dame, por tu Madre,
que llegue a la palma de la victoria.

Cuando el cuerpo feneciere,
haz que al alma se le de
la gloria del Paraíso.

Amén. Aleluya.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Que tome su cruz y me siga

       Jesucristo no ofrece riquezas, lujos, estabilidad. Mucho menos nos ofrece fortunas y prestigio. Jesucristo nos ofrece la cruz, una cruz llevadera pero sin dejar de ser una cruz.

     Muchas personas esperan gozar de una vida cómoda y placentera siguiendo al Jesucristo, se hacen llamar cristianos y a la menor carga están quejandose y pidiendo a Dios que les quite aquello, incluso hay quienes que dicen: "Dios me esta castigando"

   ¡Que ingratos somos! Para todo culpamos a Dios. No hemos comprendido que un cristiano esta llamado a tomar su cruz y seguir al Maestro que cargo con una cruz muy pesada; nuestra cruz diaria debe ser nuestro medio de santificación, debemos encontrarnos con Jesucristo desde nuestra cruz.

   Estamos invitados a seguir a Jesucristo, para ello necesitamos confesarlo, ¿quién es Jesucristo para mi? La respuesta estará en tu corazón; confesarlo como el mesías el hijo de Dios debe conllevar una transformación en nuestras vidas y por ello Él nos dice: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mis­mo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera sal­var su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará.» (Mc 8,27-35)

    Tomá tu cruz y siguelo, vale la pena, vale la vida, lo vale todo. Seguirle es lo mejor, es encontrar lo más valioso. Cargar con muestra cruz diaria, con alguna enfermedad,  con alguna angustia y cargarla con amor como Él cargó con la cruz. No reniegues cuando estés pasando por alguna enfermedad o en algún problema, ofrécele por amor a Él y que esa cruz sea la causa de tu santificación.


sábado, 12 de septiembre de 2015

¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?

   El Evangelio según San Lucas se caracteriza precisamente por la Misericordia de Dios hacia los hombres. Presenta a un Dios amoroso, bondadoso y de perdón. Cristo es precisamente quien pone de manifiesto esta misericordia de Dios. Como dirá el papa Francisco en su bula convocatoria para el año de la Misericordia: Cristo es la imagen misericordiosa del Padre.

   Ahora bien si Cristo es misericordioso, es bondad, es perdón y sobre todo es amor; lógicamente los que nos llamamos cristianos debemos imitarle en todo esto. No podemos concebir ser cristianos si nos odiamos entre nosotros. El cristiano debe hacer presente la misericordia de Dios en medio de sus hermanos.

   Muchas veces las personas hacen de menos a los demás, quieren ser el centro de atención, sobresalir y no les importa si lastiman a los demás. Incluso hay quienes que ofenden con sus palabras, juzgan cruelmente y lastiman a los demás.

   El Evangelio según San Lucas en su capítulo 6 versículos del 39 al 42 nos habla precisamente sobre esto. ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?.

   Cómo nos atrevemos a juzgar a los demás y pretendemos corregir sin darnos cuenta cómo está nuestra vida. ¡Es importante corregirnos nosotros primero!

   La conversión debe ser un itinerario de fe, una configuración con Jesucristo misericordioso. Corregir con misericordia, aconsejar con misericordia y sobre todo ayudar a los demás por Amor.

   Para lograr una auténtica conversión es importante incrementar la oración. Ahí está la clave de todo: la oración. Ora y trabajá, ora y estudiá, ora y vive. Porque solo en la oración encontrarás las fuerzas para vivir como un auténtico cristiano.


miércoles, 9 de septiembre de 2015

La alegría es parte de la vida cristiana

     En la medida en que nos vamos adentrando a la experiencia de la vida; los seres humanos descubrimos formas y medios por los cuales podemos hacer de eta vida una experiencia de alegría. A pesar de los problemas, las dificultades, las tristezas y las angustias que de una o de otra circunstancia se presentan en nuestras vidas, somos capaces de transformar eso negativo que nos hace vivir desanimados, en una experiencia de alegría. 

Especialmente los cristianos estamos llamados a vivir alegres, ¡debemos estar alegres! Puesto que no podemos estar tristes ya que nuestra alegría es el Señor, Jesucristo es la fuente de nuestra alegría y por lo tanto en el debemos encontrar paz, sostenimiento, consuelo, esperanza pero sobretodo es en El en donde bebemos de la fuente abundante de su gracia que nos hace estar de pie y alegres en esta maravillosa experiencia que es la Vida.

Muchas veces nos sentimos abatidos, hundidos, desanimados e incluso abandonados por Dios, sentimos que ya no se puede más. Pero es ahí, en ese momento cuando debemos acercarnos con más intensidad de Aquel que es la fuente abundante de la alegría. Buscar el sagrario debe ser, no una medida de refugio momentario, sino un encuentro con aquel que lo es todo para nuestras vidas.

Busca a Jesús sacramentado en todo momento, no te alejes de Él, no lo abandones, no permitas que tus fuerzas decaigan, renueva tu alegría si es posible todos los días, con una visita al Jesús sacramentado. Ahí está nuestra fuerza, ahí está nuestra alegría, ahí está nuestra esperanza. Búscalo y vive esta maravillosa vida como un verdadero cristiano; ¡Alegre!


lunes, 7 de septiembre de 2015

¿CONOCEMOS DE VERDAD A JESUCRISTO?

Para el Mensaje Diocesano Domingo 24º. del Tiempo Ordinario, Ciclo B
 Diócesis de Escuintla 13 de Septiembre del 2015

Queridos Hermanos y Hermanas:
 
           
            En el camino de enseñanza y de invitación a seguir a Cristo, hoy la Palabra de Dios nos presente su rostro: como cuando iniciamos una amistad, una relación personal y necesitamos “ciertos datos” para fiarnos, para conocer mejor a alguien, hoy comenzando por el profeta Isaías se coloca frente en a nuestros ojos a Aquel que es el Camino, Verdad y Vida que “no engaña” sino que podemos seguirle y tener vida en abundancia. E Isaías lo describe como un “siervo o servidor” de Dios. Hasta este punto nos parece todo muy bien, y sin embargo ese servidor de Dios comienza hablar de “su padecimiento, de su sufrimiento” (me golpeaban, me insultaban) así como de su firmeza y su confianza en seguir sirviendo a Diosa pesar de esos padecimientos:  “Endurecí mi cara como roca (es decir que tomó una decisión firme)  y sé que no quedaré defraudado”. Maravillosamente, el profeta 600 años antes de Cristo ya lo anunciaba: dibujaba la imagen del Hijo de Dios tal y como se presenta en el Evangelio: como un Cristo al que siempre hemos de conocer cada vez más a fondo, evitanto hacernos ideas de Él a nuestra conveniencia. Tal es el caso de Pedro: ante la pregunta del Señor ¿Quién dice la gente que soy yo? y ante variadas opiniones, Pedro habla claro y desde su corazón: “Tú eres el Mesías”. Hasta acá la cosa parece ir bien: pero había muchos “mesías” o liberadores políticos y violentos del pueblo de Israel. Pedro acertó y al mismo tiempo “dijo a medias la verdad de Cristo”: cuando Él comienza a hablar de sus padecimientos (como el “servidor de Dios” de la primera lectura) Pedro se escandaliza, es decir, se niega a aceptar “esa parte de la historia de Cristo” y hasta lo reprende. No nos asuste que entonces Jesús lo llama “Satanás” en cuanto con su criterio tan humano de un “mesías de conveniencia” Pedro actuara como el enemigo de Dios. Aunque ya ha hecho camino con Él Pedro debe comenzar de nuevo y escucha la invitación a “tomar la cruz” y seguir a Cristo más allá del deseo natural de conservar la vida. El mensaje para nuestro tiempo es claro: abundan “Cristos de conveniencia” presentadospor predicadores que han “hablan de una prosperidad o bendición de Dios” no importando el estado moral de la persona. Son aquellos que “llamándose cristianos” olvidan la necesidad de una conversión que sea un compromiso con “negarse a sí mismo” e imitar a Cristo en el amor a los demás (tal es el significado de “tomar la cruz y seguirlo”). Pidamos al Señor para que “evitemos hacernos un Cristo a nuestra medida y deseo…que nuestra fe sea un “tomar la cruz” de la muerte al egoísmo, como dice el Apóstol Santiago, dándole importancia a la situación de los hermanos necesitados, y pasando “de la Fe a las obras”. Que un Cristo verdadero, no de comodo culto sin compromiso, nos ayude a forjar una Guatemala distinta. Vivamos las celebraciones patrias rogando a Dios para que un país que se dice cristiano  no olvide al prójimo y viva una clara relación entre la Fe y las obras en favor de los hermanos. 

Monseñor Victor Hugo Palma. Obispo de Escuintla