miércoles, 9 de septiembre de 2015

La alegría es parte de la vida cristiana

     En la medida en que nos vamos adentrando a la experiencia de la vida; los seres humanos descubrimos formas y medios por los cuales podemos hacer de eta vida una experiencia de alegría. A pesar de los problemas, las dificultades, las tristezas y las angustias que de una o de otra circunstancia se presentan en nuestras vidas, somos capaces de transformar eso negativo que nos hace vivir desanimados, en una experiencia de alegría. 

Especialmente los cristianos estamos llamados a vivir alegres, ¡debemos estar alegres! Puesto que no podemos estar tristes ya que nuestra alegría es el Señor, Jesucristo es la fuente de nuestra alegría y por lo tanto en el debemos encontrar paz, sostenimiento, consuelo, esperanza pero sobretodo es en El en donde bebemos de la fuente abundante de su gracia que nos hace estar de pie y alegres en esta maravillosa experiencia que es la Vida.

Muchas veces nos sentimos abatidos, hundidos, desanimados e incluso abandonados por Dios, sentimos que ya no se puede más. Pero es ahí, en ese momento cuando debemos acercarnos con más intensidad de Aquel que es la fuente abundante de la alegría. Buscar el sagrario debe ser, no una medida de refugio momentario, sino un encuentro con aquel que lo es todo para nuestras vidas.

Busca a Jesús sacramentado en todo momento, no te alejes de Él, no lo abandones, no permitas que tus fuerzas decaigan, renueva tu alegría si es posible todos los días, con una visita al Jesús sacramentado. Ahí está nuestra fuerza, ahí está nuestra alegría, ahí está nuestra esperanza. Búscalo y vive esta maravillosa vida como un verdadero cristiano; ¡Alegre!


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