jueves, 1 de mayo de 2014

San José obrero


 Muchas personas tienen este día un descanso, algo irónico ¿verdad?

Pues hoy que celebramos el día del trabajo, es cuando más y mejor deberíamos de trabajar ¿o no?

Pero bien, el fin de este artículo es hablar sobre el trabajo cristiano y no criticar a los que han descansado hoy.

La Santa Madre Iglesia, nos propone hoy a San José Obrero, como modelo de un buen trabajador,  pues él combino bien el ser padre, esposo y obrero.

Muchas veces las personas ven el trabajo como un castigo o una opresión social y humana, algo que no es así, pues es gracias al trabajo que somos verdaderamente humanos, es decir, que el trabajo dignifica al hombre y a la mujer, los hace plenamente humanos, pues por medio de este, cumplimos aquella ley natural instituida por Dios en el momento de la creación. (cf. Génesis. 2, 15)

Ser trabajadores en este mundo, significa, trabajar por el bien común, trabajar por ser mejores personas cada día, pero también significa trabajar en un oficio, en una profesión, pues ya que todo trabajo es bueno y por lo tanto es un camino a la salvación.  
Ciertamente no podemos confundir el trabajo honrado con fechorías, es decir, no podemos llamar trabajo  aquellos actos que en ves de dignificar al hombre, lo denigran y lo asen esclavo, por ejemplo no podemos llamar trabajo, ser ladrones, sicarios, extorsionistas, etc.

El trabajo es aquel oficio que las personas hacen y realizan para un bien. Este bien es tanto personal como para otros, es decir el trabajo conlleva un equilibrio, pues tanto el trabajador como el patrón se ven beneficiados, pero este equilibrio debe ser  justo. Pues si este equilibrio se rompe, se pierde el verdadero significado del trabajo y pasa a ser tanto una opresión como un robo, ya sea de qué parte se vea.

Todo ser humano debe trabajar, pues ya dirá  San Pablo en su segunda carta a los Tesalonicenses: «El que no trabaje, que no coma»

Por eso el ejemplo de San José Obrero en este día del trabajo nos debe mover a ser buenos trabajadores, ya sea en casa, en una oficina, en una empresa, en las calles, en una institución, o donde quiera que trabajemos. No importa cual sea tu oficio, realízalo bien, realízalo con alegría, realízalo con amor. San José María Escriba dice; que la santificación se encuentra también en el trabajo, si lo haces con amor y entrega, si lo realizas con dedicación.

Que el amor de Dios te mueva a ser un buen trabajador y a ejemplo de San José poder combinar nuestra vida personal con nuestro trabajo y así poder ser cada día mejores personas y mejores cristianos. 



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