Quisiera comenzar este artículo con una breve historia:
Un Joven universitario viajaba en el mismo asiento del transporte con un venerable anciano que iba rezando su rosario. El joven se atrevió a decirle: “¿Por qué en vez de rezar el rosario no se dedica a aprender e instruirse un poco más? Yo le puedo enviar algún libro para que se instruya”
El anciano le dijo: “Le agradecería que me enviara el libro a esta dirección, y le entregó su tarjeta. En la tarjeta decía: Luis Pasteur, instituto de Ciencias de París. El universitario se quedó avergonzado. Había pretendido darle consejos al más famoso sabio de su tiempo, el inventor de las vacunas, estimado en todo el mundo y devoto del rosario”
Muchas veces pensamos que la fe es solo para ignorantes, muchas personas dicen que la fe es para aquellos que no logran manejar su razón y su inteligencia, e incluso algunos dicen que la fe es para inútiles.
A lo largo de la historia, vemos a muchos personajes famosos que han demostrado su fe cristiana y han sobresalido en grandes descubrimientos científicos. Es decir que la fe no es para ignorantes, sino que la fe es un don que Dios nos da a todos los humanos.
La riqueza de la fe es precisamente ser sabios, pero no una sabiduría intelectual y racional, sino una sabiduría espiritual, sobre-natural.
Las ciencias van de la mano con la fe, pues de Dios proceden. Hacia Él se encamina, Él es el autor de las ciencias, ¿Cómo es posible que hay personas que se dicen científicos, estudiados, sabios, y dejan a un lado a Dios? Es simplemente la gran tentación del mal, hacer creer a las personas que no existe Dios, para que así no tengan una conciencia moral y puedan realizar fechorías y abusos con las ciencias.
La fe y la razón son dos realidades impresas en las personas, aunque algunos se nieguen a usar la fe, por puro capricho y lógicamente por influencia del mal.
No seas tú de ese tipo de personas que quiere alejar a Dios de su vida, más bien intenta buscarlo, y descubrirás como Él que es el autor de todo te llenara de su sabiduría.
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