Quisiera comentar sobre este tema que es muy constante en la vida de algunas personas. Aunque se contraponga al nombre de mi blog pues este se llama SIN TEMOR A LA TORMENTA, y ahora hablare sobre la tormenta de la vida. ”el que tenga oídos que oiga”
Muchas veces en nuestra vida encontramos pequeñas tribulaciones que nos hacen tambalear en nuestra vida social, espiritual y afectiva.
A estas turbulencias yo le llamo tormentas espirituales, pues me gusta imaginar aquella escena en la que los apóstoles iban en la barca y los sorprende una tormenta, ellos asustados, acuden al Señor y lo despiertan, para que los auxilie. (San Mateo 8,23-27)
Igual pasa en nuestras vidas, Jesucristo se encuentra siempre a nuestro lado, y nos atemorizamos con cualquier pequeño movimiento que tenemos en nuestra vida.
Esas tormentas que sacuden nuestra vida espiritual y que se ven reflejadas en nuestra vida social y afectiva.
Es un momento muy difícil pues cada persona siente que sus problemas son los más difíciles. Muchas veces nos ahogamos en un vaso de agua, y hasta incluso somos capaces de traicionar a los más cercanos. «Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba, que compartía mi pan, es el primero en traicionarme.» Salmo. 40.
Cuando nos veamos asechados por estas tormentas en nuestra vida, pidámosle al señor que nos conceda mucha fe, que nos ayude a confiar en El, que podamos verle, que lo podamos descubrir. Y así se aclarara la oscuridad que nos cubre en esos momentos.
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