Terminada la existencia pastoral, nos conceden una semana para
compartir con nuestra familia.
Esa semana del lunes 16 de junio al domingo 22 del mismo mes,
pudimos compartir con nuestra familia.
Es una gran experiencia pues convivir con nuestros familiares nos
ayuda también en el proceso de nuestra formación, visitar a nuestros
papás nos fortalece y nos ayuda a recargar baterías para seguir en nuestra
formación en el seminario.
Esa semana fue muy especial para mí, pues en esa semana celebraba
un año más de vida, y que mejor regalo que pasar ese día con mis papás u mí
hermana.
En fin los días se pasaron volando pero tuve la oportunidad de
hacer varias actividades junto a mi familia y amigos.
También tuve la dicha de recibir en mi casa al rector del seminario;
el padre Víctor Ordoñez, al padre Miguel Ángel, prefecto de estudios del
seminario y al padre Bartolomin, profesor de música y Griego.
Pues con todos estos regalos me pase una semana maravilloso en mi
casa, y doy gracias a Dios por todo lo que me concede.
Ahora de vuelta al seminario con las pilas cargadas, entramos a
nuestro retiro anual, que en esta ocasión es predicado por el padre Germán
Araña.
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