Amanecio el domingo de pentecostés, y participamos de la
Santa Misa.
Luego de la Santa Misa inicio la distribución a las comunidades
que visitaríamos esa segunda semana.
Esa semana me toco la comunidad del Mestizo y estuve con el
seminarista Gerardo Cermeño.
Nos aventuramos pues ese día y nos llego a traer don Víctor Hugo y
su hija Ángela, que muy alegres nos llevaron a la comunidad que en esta ocasión
si estaba un poco mas retirada del pueblo.
Al llegar caminamos hasta la casa de don Víctor Hugo en donde nos
tenían preparado un riquísimo almuerzo.
En esta ocasión nos quedamos viviendo en la casa del catequista de
la comunidad, Don René.
Planificamos la semana de la siguiente manera: visita de hogares
por la mañana. Reunión con niños a las 2 de la tarde y reunión con jóvenes a
las 3 de la tarde. Rezo del Santo Rosario a las 5 de la tarde y Celebración de
la palabra a las 7 de la noche.
Gracias a Dios la comunidad respondió de una manera maravillosa y tuvimos
siempre mucha gente que nos acompañó.
En esta última semana de pastoral fue donde termine de llenarme
del amor de Dios. Convivir con las personas, escucharles, aconsejarles.
Etc. Es algo realmente maravilloso.
En fin doy gracias a Dios por concederme esta experiencia pastoral
en donde gane amigos, experiencias pero sobre todo donde gane más amor a mi
vocación.
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