viernes, 4 de abril de 2014

Con la cruz a cuestas

En cierta ocasión alguien decía que la vida era dura y cruel,  que incluso no valía la pena vivir. 

Muchas veces queremos dejar por un lado nuestros problemas, haciéndonos los desentendidos y evadiendolos.

Nuestra vida ciertamente tiene muchos problemas y dificultades. Pero es de cristianos soportarlos y sobre todo encausarlos a la pasión de Cristo. 

¡Caminar con una cruz a cuestas es vivir!  Y algunos dirán: ¡masoquistas!

Pero no es así, sino que vivir soportando una cruz a cuestas nos prepara y nos dispone para la vida eterna.


Imitamos a cristo, Él cargó con su cruz, murió en ella y resucito.

Igual nosotros entonces, para morir al pecado debemos cargar con nuestra cruz y es que si no cargamos nuestra cruz, no podremos morir al pecado, por lo tanto no podremos resucitar a la vida nueva (la eterna)

Busca siempre cargar con tu cruz con alegría,  pues gracias a ella podrás imitar a Cristo y gozar a Sí de la vida eterna. 

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