En estos días estaba recordando el ¿por qué? del título de
este Blog. Y me ponía a pensar sobre lo que inspiro en colocarle este nombre:
Los problemas de la vida, las dificultades que se nos
presentan. Nos hacen dudar como aquellos que iban con Jesús en la barca, cuando
la tormenta los atrapó. (Cfr. Mt 8, 24-24), dudamos del auxilio divino, y
pensamos muchas veces que el Señor nos ha dejado solos.
Las tormentas de la vida nos sacuden e incluso algunas ocasiones
nos botan y lastiman. Pero es preciso pedirle al Seño: ¡Señor auméntanos la fe!
Para que, con la esperanza puesta en Dios, no nos dejemos vencer y botar.
La vida nos presentará muchas tormentas. Algunas fuertes
otras pequeñas, pero lo importante es afrontarlas y superarlas para encontrar
la calma y la paz.
¡Jesús es esa paz!, él es la tranquilidad que nos mueve a
obrar con serenidad y amor.
Pidámosle a Señor todos los días que nos ayude a tener
nuestra fe firme para soportar las tribulaciones que día a día se nos
presentan.
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