viernes, 1 de abril de 2016

El anuncio de la resurrección

Jesucristo ha resucitado, es el gran anuncio de nuestra fe, y por lo tanto es el gozo y la alegría que todo cristiano debe sentir. Estamos llamados a vivir como testigos de esta resurrección, esta misma nos debe mover a actuar con acciones concretas.

El gran problema de la cristiandad es muchas veces la indiferencia, el velar por nuestros propios intereses, vivir con un Cristo a nuestro modo y bien sabemos que Cristo no es a nuestro modo, nosotros debemos hacernos al modo de Cristo.

Según el evangelio de san Marcos (16, 9-15), el anuncio es dado por aquella de la cual fueron expulsados siete demonios, en significación de la plenitud del pecado. Es decir que hubo en María Magdalena un verdadero cambio de vida y es precisamente a ella a quien Cristo se muestra después de su resurrección.

Para Dios nuestra vida de pecado queda olvidada y nos regenera en la gracia y ya no recuerda nunca más lo malo en nosotros, pero por esto estamos llamados a ser fieles a esa nueva vida. Vivir como verdaderos cristianos, como verdaderos hijos de Dios.

Una de las dificultades de los cristianos es también la incredulidad, así como los discípulos que no creían que Cristo había resucitado, a pesar que los testigos les confirmaban lo que sus habían visto, ellos seguían ciegos y negando tal acontecimiento. Así somos nosotros, no nos damos cuenta de las maravillas que Dios hace en nuestras vidas y muchas veces nos encerramos en pequeños problemas que no nos hacen ver todo lo que el Señor hace en nosotros.

Por último, este trozo del evangelio culmina con un envío, es el gran envío de Jesucristo a evangelizar, que es ahora la misión de todo cristiano. Pero hoy en día más que salir a gritar por las calles con palabras, con la Biblia en la mano, debemos salir a gritar a las calles con nuestro ejemplo de vida, siendo honrados, honestos, sinceros, viviendo como verdaderos cristianos, amándonos entre nosotros y así, solo así, evangelizaremos más que con palabras.


La pascua es tiempo propicio de anunciar. Anunciemos pues que Cristo vive con nuestro estilo de vida. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario