jueves, 31 de marzo de 2016

Juntos con María hasta Jesús resucitado

El tiempo de pascua es un tiempo oportuno para meditar sobre el misterio de María santísima, puesto que ella más que nadie, supo esperar y confiar en Aquel que prometió que resucitaría, Cristo Nuestro Señor, es Ella quien nos enseña a ser fieles incluso en los momentos más difíciles de nuestra vida, así como ella fue fiel al lado de la cruz.

La pascua nos debe mover a un cambio, puesto que hemos pedido a lo largo de toda la cuaresma morir al pecado para poder resucitar a una vida nueva en Jesucristo señor nuestro que ha resucitado.
Por ello la ayuda maternal de María Santísima es fundamental para nuestro caminar cristiano. Ella nos toma de la mano y nos lleva hasta Jesús. Es ella quien como toda madre se preocupa por sus hijos, y quiere siempre el bien para ellos, por eso nos da a su Hijo para que estemos con El, y vivamos con El, puesto que solo ahí estaremos bien.

Ella nos enseña a caminar por esta vida siendo fieles a Dios y nos deja ver sus dolores para que nos consolemos por nuestros dolores. Ella nos anima a tomar nuestra cruz y seguir a su Hijo, y nos acompaña y nos cuida.

Es Ella quien llora con nosotros cuando nosotros lloramos, es Ella quien ríe con nosotros cuando nosotros reímos, Ella nos consuela y nos anima, pero sobretodo es Ella quien nos mueve a amar a su Hijo.


Acudamos pues a María Santísima, así como cuando un niño pequeño busca a su madre para sentirse protegido, busquémosla nosotros a ella y así podremos con fuerza emprender el camino que nos lleva hasta Dios, y  ese camino es Cristo Nuestro Señor.   


No hay comentarios.:

Publicar un comentario