Como un regalo caído del cielo, este año tuvimos la oportunidad de
escuchar la maravillosa noticia de la Beatificación del Siervo de Dios,
Monseñor Álvaro del Portillo.
Puesto que por sus grandes ejemplos de
sencillez y humildad en el servicio de la Iglesia, es una persona que motiva y
sirve como ejemplo para muchos en la vida espiritual.
Esta maravillosa noticia nos alegro
muchísimo, pero como regalo Divino, se nos dio la oportunidad de poder asistir
a dicha Beatificación.
Fue un proceso arduo que tuvimos que
emprender, pues como sabrán, un viaje a España no es nada fácil. Pero le
atribuimos a la Intercesión de Don Álvaro que este viaje se nos facilitara.
Partimos de Guatemala el día Martes 23 de
Septiembre, llenos de emoción, puesto que era nuestra primera salida del País.
Fue una experiencia inolvidable,
contemplar a toda la Iglesia universal, reunida en un solo lugar, miles y miles
de personas de todas partes. Se apreciaban personas de todo tipo de lugares,
era realmente una cosa espectacular.
Todos reunidos como hermano, compartiendo
aquella gran alegría. El momento de la Santa Misa, fue maravilloso, todas
aquellas personas viviendo la celebración, no se escuchaba bulla, sino
únicamente el acto litúrgico.
El momento mas maravilloso fue cuando el
Cardenal, prefecto de la congregación para el culto de los santos. Proclamo el
decreto que hacia constatar que la Iglesia declaraba Beato a Monseñor Álvaro
del Portillo. Fue un momento emotivo, a muchas personas se nos cayeron algunas lágrimas
de la emoción, realmente un momento maravilloso.
En fin esta gran oportunidad que Dios nos
concedió, quedo marcada en nuestras vidas, y será un grato recuerdo de hoy en
adelante.
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