· Al iniciar debemos preguntarnos
que nos hace felices…
Para
muchos la felicidad es el dinero, los carros, las cosas materiales; para otros
la alegría es estar con su familia, con sus amigos, y para muchos la alegría es
gozar de Dios. Hoy nosotros como cristianos debemos
cuestionarnos sobre en que nos hemos esforzado mas para ser felices. Y debemos
orientar nuestras vidas al Señor, ya que solo en Él nuestras vidas serán
verdaderamente felices. Y que Jesucristo le da sentido a nuestras vidas, solo
Jesús nos muestra la auténtica felicidad que consiste en estar y gozar de Él.
La
lógica de Cristo no es nuestra lógica, ya que Jesús nos invita a una felicidad
que no la da este mundo, la felicidad de Jesucristo consiste en dar y no en
recibir, algo que sale de la lógica humana puesto que normalmente nos gusta más
recibir que dar. Pero hoy Jesús nos invita a esta vivencia autentica de la
felicidad. Dejemos que sea el mismo Jesús quien nos diga que es la felicidad:
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Texto Bíblico
«En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió
al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les
enseñaba diciendo: “Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos
es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán
la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos
quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados
hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque
de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten
y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y
regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
(Mateo 5,1-12)
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El evangelista Mateo nos presenta este discurso
maravillo de Jesús en el cual nos plantea en el Sermón de la montaña una verdadera
revolución. Pero no de armas ni de ideologías, sino que es una revolución que
cala hasta lo más profundo del corazón humano, puesto que nos habla de la
felicidad autentica, este mensaje de Jesús contradice la misa lógica huna
puesto que se va por otro lado a lo acostumbrado y el choque que genera es con
otro reino. Es el reino de los cielos que se levanta frente al reino del
príncipe de este mundo, puesto que cada reino ha generado una civilización en
nuestro mundo. Y, aunque quizá no sea tan visible, existen y están radicalmente
enfrentadas. No tienen territorios ni fronteras visibles. Lo que está en
disputa es el corazón humano.
Por eso
queridos hermanos y hermanas reflexionar sobre el Sermón de la montaña nos
ofrece entre muchas cosas la oportunidad de revisar nuestra identidad como
cristianos. Por eso hoy debemos hacernos esta interesante pregunta: ¿Somos de
Jesús? ¿Somos verdaderamente ciudadanos de su reino? Si nuestras respuestas son positivas estamos
viviendo verdaderamente una vida feliz ya que solo en Jesucristo nuestra vida
es plena y feliz, solo Jesús nos da la auténtica alegría y solo Jesús nos hace
libres y la libertad siempre es alegría y felicidad.
Es por eso que hoy nosotros estamos llamados ser felices en el Señor y a trasmitir esa alegría
a los demás con nuestro testimonio de vida. desde nuestras realidades concretas. no nos cansemos pues de hacer la diferencia en este mundo transformando nuestra sociedad con nuestro estilo de vida.
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